
¡Bienvenidos al Vivero de Coyoacán! Donde la aventura verde nunca se detiene
Coyoacán, CDMX. En medio del bullicio de la ciudad, el Vivero de Coyoacán es un oasis natural donde cada visita puede convertirse en una mini aventura. Desde trotar entre árboles centenarios hasta cazar la mejor foto para Instagram, este espacio es mucho más que un lugar para comprar plantas; es un mundo de experiencias únicas (y a veces inesperadas) que los coyoacanenses disfrutan al máximo.
¿Qué aventuras te esperan?
1. El reto de los corredores profesionales (y amateurs)
Todos los días, desde las 6 de la mañana, los senderos del vivero se llenan de corredores de todo tipo: los que corren como si estuvieran en las olimpiadas, los que trotan con calma y, claro, los que fingen estirarse mientras platican. Cuidado, porque esquivar al caminante distraído es casi un deporte extremo.
2. La búsqueda del árbol perfecto
Si estás buscando la planta ideal para tu casa, prepárate para una expedición entre macetas, arbustos y cactus. Desde la señora que examina cada hoja como si buscara un diamante, hasta el vecino que solo quiere “algo que no se le muera”, todos encuentran su tesoro verde.
3. Los fotógrafos en su hábitat natural
El vivero es un paraíso para los amantes de la fotografía. Es común ver a alguien acostado en el pasto intentando capturar “la luz perfecta” o a la influencer de turno posando con una paleta de colores otoñales detrás. ¡Solo asegúrate de no interrumpir accidentalmente una toma épica!
4. Picnic (o desayuno improvisado)
Aunque no está permitido hacer picnic formal, siempre hay quien se las ingenia para disfrutar su desayuno entre los árboles. Desde un cafecito en termo hasta los famosos tamales que venden en los alrededores, el vivero es el lugar perfecto para recargar energías con estilo “coyoacanense”.
5. Clases gratis de botánica (por accidente)
Entre los vendedores de plantas, siempre hay alguien dispuesto a darte consejos: “Esta suculenta no necesita agua, ni amor, pero sí luz indirecta”; o “Si esta bugambilia se seca, es porque no le cantaste bonito”. Los viveros son verdaderas escuelas verdes.
¿Quiénes lo disfrutan más?
- Los runners: Porque el aroma a tierra mojada es mejor que cualquier gimnasio.
- Los plant lovers: Que entran por una maceta y salen con un ficus, una orquídea y un cactus, aunque no tengan dónde ponerlos.
- Los románticos: Siempre se ve alguna parejita tomando selfies bajo los árboles como si fuera escena de una novela.
- Los niños: Corriendo sin preocupaciones mientras los papás rezan para que no se caigan.
Datos curiosos del vivero
- Historia: Fundado en 1901, el vivero no solo es el pulmón verde de Coyoacán, sino también uno de los viveros más antiguos de la ciudad.
- Superficie: Más de 39 hectáreas de pura vegetación.
- Funciones: Además de ser un lugar de recreación, produce árboles y plantas para reforestación en la CDMX.
Reacciones de los coyoacanenses
- Doña Lucha: “Aquí vengo a caminar diario. Ya me sé hasta los nombres de las ardillas.”
- Carlos, runner profesional: “El circuito es perfecto, pero hay que esquivar niños y señoras con carritos de plantas.”
- Ana, amante de las suculentas: “Solo vine por una maceta… ahora mi casa parece selva tropical.”
Una invitación verde
Ya sea que quieras correr, buscar tu próxima planta o simplemente desconectarte del caos urbano, el Vivero de Coyoacán siempre tiene algo especial para ofrecer. Así que, ¿qué esperas? ¡Empieza tu aventura entre árboles y macetas! 🌱✨
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